Picadas locales

Fotos por Fernanda Mujica.

Chilenos de todas las regiones, extranjeros, autoridades y celebridades, han pasado a comer las especialidades de estos lugares que se han convertido, a través de los años, en parte del patrimonio contemporáneo de la capital. Te contamos la historia de cuatro locales que le dan sabor al centro de Santiago: El Rincón de los Canallas, La Piojera, El Rápido y el Bar Nacional.

Por Fernanda Mujica.

El Rincón de los Canallas

Este local ubicado en calle Tarapacá 810, tiene sus paredes llenas de cuadros, fotografías antiguas y papeles con mensajes escritos por los comensales. La decoración de El Rincón de los Canallas recuerda la época en que fue fundado de forma clandestina; durante la dictadura en los años ’80, cuando abría sólo entre la una y las cinco de la mañana en su ubicación original, San Diego 375, con el nombre El Rey del Pollo Asado.

Para ingresar se pedía el santo y seña: “Chile libre”, una tradición que se mantiene hasta hoy. “La gente al no tener plata me cambiaba cuadros por comida. Después cuando se iban al exilio dejaban mensajes, diciendo donde se iban y su dirección”, cuenta Víctor Painemal, fundador del restaurante.

Con la llegada de Patricio Aylwin a la presidencia y el restablecimiento de la democracia, el local comenzó a funcionar con patente. Se había hecho tan conocido durante el tiempo del toque de queda, que comenzó a tener cada vez más clientela. Aylwin ordenó que todas las personas que volvieran del exilio tuvieran su primera comida en El Rincón de los Canallas. El intendente de Santiago recibía a los chilenos que volvían al país y los llevaba al local, donde comían pernil, arrollado, cazuela, legumbres y otros platos típicos.

El lugar siguió como un punto de encuentro de los antiguos clientes y de una nueva generación de jóvenes, interesados en el atractivo del local y su historia. También es visitado con frecuencia por embajadores, senadores, intendentes y otras autoridades. Para la transmisión del cambio de mando presidencial, se llenan los dos pisos del local. Además, canales de televisión internacionales han realizado reportajes sobre el restaurante. “Somos reconocidos en todo el mundo como un punto especial de reunión, somos una parte de la historia”, afirma Painemal, quien aunque tiene 80 años, continúa atendiendo.

Aunque la noche se ha ido acortando para El Rincón de los Canallas y ya no atiende durante la madrugada, sigue recibiendo clientes entre las 12:30 y las 23 hrs., que se reúnen y conversan entre los muros que evocan sus años más difíciles.

El Rápido

Adentro del local de la calle Bandera 347, un grupo de garzones vestidos de rojo gritan pedidos y, en menos de 30 segundos, la comida está frente a los clientes. Este restaurante de comida al paso es reconocido por ser uno de los más rápidos del mundo. Logra atender a cerca de mil personas al día, entre diez de la mañana y ocho de la noche. Los maestros de cocina y los garzones que atienden en la barra, saben que no deben demorarse más de tres segundos en atender a las personas que llegan y no más de un minuto en entregarles el pedido. No hay sillas, sólo una barra al centro para comer de pie. Las personas alrededor del mesón van rotando constantemente.

Este restaurante de comida rápida, fundado hace 80 años, mantiene el objetivo de su origen, atender lo más rápido posible, sin sacrificar la calidad de los sándwiches y empanadas fritas. Los garzones recuerdan las visitas de celebridades extranjeras, como Adrien Brody y Geraldine Chaplin, que fueron acosados por los paparazzi, mientras engullían unas empanaditas, que tuvieron que comer, obviamente, rápido.

La Piojera

Fundada en 1896, le debe su nombre actual al presidente Arturo Alessandri Palma, que en 1922 la visitó y lo calificó como una “piojera”, debido a la pobreza que presentaba. Tras nombres como Bar Democrático y Santiago Antiguo, recién se escribió La Piojera en el frontis en 1981, aunque ya era conocida por este nombre, desde antes. En La Piojera dicen que por lo menos cinco presidentes han estado sentados en sus mesas. También se han grabado teleseries como Chipe Libre y Los Carmona. Además es una de las paradas habituales de los extranjeros que visitan Chile.

La Piojera está al lado de la estación de metro Cal y Canto. Durante el 18 de septiembre, los garzones aseguran que al salir del metro no se alcanzan a ver los muros amarillos del local, debido a la cantidad de gente que va a celebrar las fiestas patrias y brindar con terremotos, ponches y pipeños, acompañados de perniles, arrollados, chorrillanas o empanadas.

Durante el resto del año, desde las dos de la tarde, se llena de visitantes. “Aquí viene de todo, de clase alta, baja, gente famosa, autoridades”, cuenta el garzón Gabriel Quintero. En sus paredes se observan rayados de los clientes, con declaraciones románticas o sólo el nombre del visitante.

Bar Nacional

Su primer local fue fundado a fines de la década del ’50 en Huérfanos 1151, con especialidades de la comida típica chilena, como pastel de choclo, humitas, riñones, guatitas, legumbres, cazuela de ave y de vacuno. Durante los años ’60 fue inaugurado el segundo local, en Bandera 317, a menos de una cuadra del original. El éxito hizo que posteriormente se crearan dos más, uno en Matías Cousiño 54, en Santiago Centro, y el último fundado en El Bosque Norte 40, en el sector oriente de Santiago.

Por décadas ha sido visitado tanto por turistas como por chilenos, quienes llenan los locales entre 8 de la mañana y 22:30 hrs. de lunes a viernes. “Viene gente de todo tipo, es muy transversal, llega gente con y sin plata, por eso hay harta variedad de precios, pero siempre se llena porque es muy entretenido”, cuenta Miguel Ángel Robba, quien trabaja en el Bar Nacional de Bandera.

Durante el almuerzo, es casi imposible encontrar una mesa en el de Huérfanos. Los garzones corren de un lado a otro tomando pedidos de los clientes que pueden elegir entre más de 60 opciones de comida. Entre los comensales habituales hay políticos, actores, autoridades y oficinistas que han compartido un caldo de gallo entre sus muros, decorados con fotos antiguas del Santiago que lo vio nacer.

Sobre la autora: Fernanda Mujica es alumna de tercer año de la Facultad de Comunicaciones UC y escribió este artículo como colaboradora de Km Cero, guiada por el Editor General de Km Cero y profesor del Taller de Edición en Prensa Escrita, Enrique Núñez Mussa.