La disciplina de la mente: el invisible trabajo psicológico detrás de los Panamericanos

La disciplina de la mente: el invisible trabajo psicológico detrás de los Panamericanos

Más de 8.000 deportistas compiten en 39 disciplinas distintas en los Juegos Panamericanos. La mayoría lleva preparándose físicamente desde los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Pero fuera de las canchas y de las pistas también hay tarea, pues el trabajo psicológico es clave para los atletas. Después del retiro en los últimos juegos  por motivos emocionales de la estadounidense Simone Biles, la mejor gimnasta del mundo, se volvió evidente que la fortaleza mental es una prioridad. A pesar de la evidencia, «en el deporte chileno, el psicólogo deportivo es el último eslabón”, afirma un especialista.

Por Nicolás Silva (@nsilvam39)

Editado por Matías Langerfeldt (@cholder___)

Una de las grandes interrogantes en la previa de Santiago 2023 fue la posible presencia de Simone Biles, la campeona olímpica de gimnasia en los JJ.OO. de 2016 y seis veces campeona del mundo en all-around, entre otras distinciones. La noticia no solo era que la estadounidense podía venir a Chile, sino que además volvería a competir tras 2 años de inactividad: en 2021, el año en que se celebró Tokio 2020 pospuesto por la pandemia por COVID-19, sorprendió al mundo tras no presentarse a la final de barras asimétricas. La Federación Estadounidense de Gimnasia comunicó que Biles no estaba en “el lugar mental” idóneo para seguir participando. Tampoco participó de las finales de suelo, barra y barra asimétrica. En conferencia de prensa explicó, sin soltar una lágrima y con gran aplomo, que su decisión pasó por la presión que sintió en las pruebas iniciales. «No quise perjudicar al equipo con una mala actuación y que perdieran la opción de llevarse una medalla”, dijo Biles. 

El capítulo terminó con la multi medallista anunciando un retiro indeterminado por una depresión. ¿El motivo? Una serie de abusos perpetrados en su contra por Larry Nassar, antiguo médico del equipo estadounidense de gimnasia. Finalmente, Simone Biles no aterrizó en Pudahuel, ya que decidió volver al circuito competitivo en el Mundial de Amberes, que terminó hace pocos días. Dos años de ausencia que visibilizaron lo crucial que es la salud mental dentro y fuera de la cancha para los deportistas.

 

 

Pero Biles no fue la única damnificada de Tokio 2020. Luego de su participación en los mismos juegos, el pesista chileno-cubano Arley Méndez se quebró en plena transmisión oficial de TVN: “Me voy a retirar. Tengo muchas complicaciones, ya no me siento a gusto. No doy más”.

Sólo dos meses antes, había estado en el ojo del huracán tras dar positivo en un test de dopaje por consumo de marihuana que lo dejaba fuera de sus primeros JJ.OO. Pero su defensa apeló y redujeron la sanción: la prohibición de competir acabó tres días antes del inicio del certamen. 

El medio nacional esperaba una medalla de Méndez, quien fue campeón mundial de halterofilia —levantamiento de pesas— en 2017. La entrevista post prueba, que prometía ser una fiesta, era ahora una despedida en vivo: “¿Es por el tema del doping, del consumo de marihuana?”, contra preguntó el periodista. Arley confesó “eso lo hice de adrede”. Llorando, reiteró: “yo no quiero levantar más pesas… Llevo meses cansado de esto, estoy sufriendo con dolores y depresiones. Mi carrera se ha ido a la mierda”.

Tras competir en Tokio, otra chilena, la exponente del canotaje María José Mailliard, señaló que le hizo falta su psicóloga. Recién dos años después de estos juegos olímpicos, confesó que antes de Tokio falleció su abuela. Además, acusó violencia psicológica por parte de su entrenador en el mismo periodo. “Necesitaba a mi psicóloga tanto en el proceso como durante la competencia». Tras sus primeros juegos, hoy afirma que su resultado final no pasó sólo por su destreza deportiva.

Pero… ¿cómo entrenar la mente?

“Estás en un bosque, no ves nada, estás de noche, tienes una linterna de mano y una brújula. Tu entorno te dice que no ves nada, tienes que usar una linterna de mano, no te ayuda mucho, pero en la brújula tienes tu norte, sabes para dónde vas, entonces si tienes claro para dónde vas, es más probable que seas capaz de aguantar el entorno”. Así grafica Esteban González, atleta de Team Chile, la agrupación que reúne a los deportistas olímpicos chilenos, lo que es la salud mental deportiva para él. Este psicólogo y especialista de 1500 metros planos suelta esta reflexión minutos antes de iniciar su rutina física, a las afueras del Club Deportivo Universidad Católica. Sostiene que se trata de una habilidad que se va entrenando y que la dureza mental implica saber sobreponerse a la adversidad “como una flexibilidad rugosa”. Para él, la capacidad de adaptación a las circunstancias combinada con una fuerte convicción son la clave hacia el éxito. Un éxito particular, que no se mide con medallas ni cronómetros.

 

Esteban González en la premiación de los Juegos Bolivarianos de Valledupar 2022, tras obtener el bronce en los 1.500m. Foto: Óscar Muñoz Badilla (@fotografiadeportiva en Instagram).

 

El psicólogo deportivo del Centro de Alto Rendimiento (CAR) Antonio Ceresuela asegura que un deportista no cambia su capacidad técnica de un día para otro, sea para mejor o para peor. Sin embargo, la psiquis sí puede llegar a afectar una performance de manera súbita. «Son deportistas que compiten en niveles muy altos, entonces la inseguridad entra al tiro”. Por su lado, la hoy campeona mundial Maillard enfatiza: «el apoyo psicológico es importante sobre todo cuando se tienen problemas externos al deporte. Es importante en el proceso y también a la hora de competir”.

 

María José Maillard posa con su medalla de oro tras coronarse campeona del mundo de los 500m de canotaje. Foto: @cotemailliard (Instagram personal).

 

El costo del resultado en los Panamericanos

Competencias del nivel de los Panamericanos son las que validan si es que los atletas de las distintas disciplinas pueden optar al Sistema de Becas para Deportistas de Alto Rendimiento (PRODDAR), un pago mensual que el Instituto Nacional de Deportes (IND) entrega a quienes “hayan obtenido un logro deportivo destacado a nivel internacional”. Este beneficio también incluye a los cuerpos técnicos.

“Por supuesto que les genera mucha ansiedad”, asegura Ceresuela. González agrega que, aunque le permite sustentarse, “no es suficiente”. Para él, el atractivo principal de Santiago 2023 es la exposición mediática que supone un escenario así, lo que puede atraer la atención de privados que financien de manera particular a los deportistas a través de auspicios o donaciones.

En Chile, el único deporte que obliga a una relación contractual entre los deportistas y sus clubes es el fútbol, que cuenta con 1170 jugadores profesionales al día de hoy. En su mayoría son hombres, aunque actualmente la actividad femenina está en proceso de profesionalización. El mediofondista González es claro: “tú te tienes que mover por ti, nadie te va a ayudar”. Pese a esto, su esperanza es que el atletismo se profesionalice y que así existan herramientas suficientes para vivir de la actividad.

Ceresuela afirma que la mayoría de los deportistas invierten todo lo que tienen (o pueden) en lo esencial para competir en sus disciplinas. “Entonces, obvio que el psicólogo pasa a ser la última prioridad”. Así, el sistema llega a provocar una situación paradójica: la necesidad del incentivo económico genera una ansiedad y una angustia que no pueden tratar, justamente por no contar con los fondos.

Por otra parte, González cuenta que la conexión con la federación ha sido poca. Si bien, ha habido ciertas reuniones donde se han presentado los criterios técnicos sobre las necesidades a largo plazo, dice que nada se ha concretado. Cuenta que hace cuatro años se debió haber presentado un proyecto que nunca llegó a puerto. “Hubo una escala con ciertos criterios para entregar supuestos apoyos [psicológicos y económicos], pero de eso nada ha pasado”. Aunque el psicólogo y atleta también señala “ahora tenemos la oportunidad de que Chile reciba los juegos, yo creo que es un avance muy grande porque se ha invertido”. Tanto para Ceresuela como para González, los Juegos Panamericanos representan una luz de esperanza, por ser el nivel de inversión que ha significado en el deporte nacional. Esperan que esto se vea reflejado no solo en infraestructura, sino que en mejores condiciones para los deportistas a futuro.

Respecto a la salud mental y apoyo psicológico de los deportistas, María José Mailliard reconoce avances en el apoyo entregado por el IND, aunque sigue dependiendo del trabajo con su psicóloga particular. Por su parte, el Comité Olímpico de Chile (COCh) señala en su sitio web que tienen tres psicólogos en su equipo. Según Ceresuela, se enfocan en los deportistas paralímpicos. Pero ninguno de los tres cobra por este trabajo; es ad honorem. Si bien hay especialistas que trabajan en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) y en el IND, la mayoría de quienes atienden lo hacen pagados por los clubes privados o por los mismos deportistas.

«El deporte chileno tiene la estructura de que el psicólogo deportivo es el último eslabón. Si (los deportistas) consiguen ingresos, primero buscan un lugar para entrenar, después un preparador físico, después un kinesiólogo y por último, un psicólogo”, concluye Ceresuela.

El elefante en la habitación 

En los deportes que no son de equipo, la soledad es algo muy común, según el atleta Estaban González: “es un factor de riesgo sobre todo en el deporte competitivo”. Para la canoísta María José Mailliard su psicóloga no es solo un apoyo profesional, es una compañía. “En Tokio me faltó eso”.

Hace poco, González asistió a una junta con otros deportistas durante las Fiestas Patrias. Se trató de una celebración privada, un carrete entre pares. Señala que antes de ese día, no habían tenido un espacio para hablar entre ellos. “Conversamos de la incertidumbre y de la soledad de cara a los Panamericanos; la poca certeza de si nos iban a nominar o no”. Finalmente, Esteban no fue considerado por la federación para la cita pese a cumplir con los requisitos deportivos para participar.

Antes de entrar a San Carlos de Apoquindo, con su bolso al hombro, se detiene y realiza una analogía sobre la visibilidad de la salud mental entre pares: “el elefante en la habitación es una expresión que se usa cuando hay mucha gente que sabe que hay algo que está ahí, pero nadie quiere hablar de él”.

 

El Team Chile durante una actividad previa a los Juegos Panamericanos en el Palacio de La Moneda. Foto: Santiago 2023 (@santiago2023oficial en Instagram).

 

Sobre el autor: Nicolás Silva (@nsilvam39) es estudiante de 4º año de periodismo y, en paralelo, de 1er año de geografía. Se perfila como periodista musical y/o de investigación.